Nepoarchivos

domingo, enero 9

 

Desvaríos de medianoche

El día que fuimos a la casa del viejo pirata, le pedí que me tatuara un código de barras en el tobillo. Amanecía, estábamos cansados, veníamos de trabajarnos el paseo de recoletos y me pareció de lo más divertida la similitud de mi cuerpo con una bandeja de carne fresca envasada puesta en un parabán de supermercado. A todos los presentes les pareció divertido, gamberro y original.

Esta tarde, en la habitación, mientras me desnudaba, el hombre de ojos de agua me ha mirado el tobillo y ha dicho que era la idea más deprimente que se me podía haber ocurrido jamás. Lo ha juzgado como algo dramático y trágico.

No deberíamos de preocuparnos por los hechos de la vida. Todo lo que acontece es neutro. Son las personas las que lo cargan de positividad o negatividad. El mismo hecho, dos visiones. Lo que ayer fue una gamberrada divertida hoy deprime al hombre de los ojos de agua. Yo pienso "pobre hombre" y él pensará "pobre chaval".






<< Home

Archivos

enero 2005   febrero 2005   marzo 2005   abril 2005   mayo 2005   junio 2005   julio 2005   agosto 2005   septiembre 2005   octubre 2005   noviembre 2005   diciembre 2005   enero 2006   febrero 2006   marzo 2006  

JimpomukPowered by Blogger