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jueves, febrero 10
Uy...
Como trabaja hasta la madrugada siempre tiene sueño, y se va durmiendo por los soportales. Se quedó sobado sentado encima de la mesa del comedor y allí le dejamos, hasta que el reloj anunció la vuelta a clase. Yo venía del wc del pasillo, así que me lo encontré cuando ya se incorporaba de la silla y se estiraba como un gato. Entonces ví algo que sobresalía ligeramente por debajo del bolsillo superior de la camisa.
- Tienes algo ahí ¿llevabas un bolígrafo colgando del cuello de la camisa? se te ha caído por dentro.
Pero él aún estaba separándose de Morfeo y solo dijo -¿eh? ¿qué?-
- Tienes algo por dentro.. - y con dos dedos, intenté coger el bolígrafo. Pero el bolígrafo resultó ser blandito, calentito y tener un tacto como de blob-blob.
Entonces inmediatamente él empezó a decir -¡ay que vergüenza!¡ay que vergüenza!- y todo el grupo comenzó a comprender y a soltar carcajadas de todos los colores, tonos y musicalidades. El grupo despertó a otro grupo y este a otro, y el otro a otro (¿qué ha pasado? ¿que ha pasado? ¿que le ha cogido quéééééé???) y todo el comedor terminó en jolgorio y zapateta mientras yo buscaba la manera de reptar al exterior mimetizado con el linóleum verde del suelo, ya que la tierra no tuvo la piedad de tragarme hasta los infiernos.
La culpa la tiene el National Geographic. No sé por qué coño no hicieron ya un reportaje en el que expliquen que hay homínidos con vergas que llegan al bolsillo de la camisa.
- Tienes algo ahí ¿llevabas un bolígrafo colgando del cuello de la camisa? se te ha caído por dentro.
Pero él aún estaba separándose de Morfeo y solo dijo -¿eh? ¿qué?-
- Tienes algo por dentro.. - y con dos dedos, intenté coger el bolígrafo. Pero el bolígrafo resultó ser blandito, calentito y tener un tacto como de blob-blob.
Entonces inmediatamente él empezó a decir -¡ay que vergüenza!¡ay que vergüenza!- y todo el grupo comenzó a comprender y a soltar carcajadas de todos los colores, tonos y musicalidades. El grupo despertó a otro grupo y este a otro, y el otro a otro (¿qué ha pasado? ¿que ha pasado? ¿que le ha cogido quéééééé???) y todo el comedor terminó en jolgorio y zapateta mientras yo buscaba la manera de reptar al exterior mimetizado con el linóleum verde del suelo, ya que la tierra no tuvo la piedad de tragarme hasta los infiernos.
La culpa la tiene el National Geographic. No sé por qué coño no hicieron ya un reportaje en el que expliquen que hay homínidos con vergas que llegan al bolsillo de la camisa.
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