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jueves, marzo 3
Naturaleza femenina
Jesús dice que el alma de una mujer es insondable. Que son como los gatos; taimadas, traicioneras, inesperadas, inexplicables..y dispuestas a arañarte de arriba a abajo después de cada beso.
Yo jamás pensé que ella me traicionaría. Nunca. Le he visto hacerlo con muchos antes que yo; le he visto ponerlos en la picota y despellejarlos vivos manteniendo la más bella de las sonrisas bellas. Estaba preciosa masacrando el mundo, así que yo solo me encogía de hombros y pensaba que todas las heroínas son malvadas.
Hoy me toca a mí. Me traiciona, me apuñala y me vende por dos chavos al enemigo. La miro con los ojos muy abiertos, muy fijos en los suyos. Pero ella nisiquiera parpadea, porque las mujeres son como los gatos. No apartan la mirada.
Llevo todo el día de clase al baño y del baño a clase para morder trozos de pañuelos de papel. Llorando como un niño porque ella me ha traicionado y joder..no me duele el problema. De verdad que no. Que lo que duele es la mano que me vende. Porque es ella. Es ella. Y éramos amigos, camaradas, compañeros de batalla... pero ahora Jesús me calma los hipos, me tiende otro pañuelo que morder y me dice -no llores, no pueden evitarlo. Es su naturaleza.-
(nepomuk corazón-hecho-un-puzzle)
Yo jamás pensé que ella me traicionaría. Nunca. Le he visto hacerlo con muchos antes que yo; le he visto ponerlos en la picota y despellejarlos vivos manteniendo la más bella de las sonrisas bellas. Estaba preciosa masacrando el mundo, así que yo solo me encogía de hombros y pensaba que todas las heroínas son malvadas.
Hoy me toca a mí. Me traiciona, me apuñala y me vende por dos chavos al enemigo. La miro con los ojos muy abiertos, muy fijos en los suyos. Pero ella nisiquiera parpadea, porque las mujeres son como los gatos. No apartan la mirada.
Llevo todo el día de clase al baño y del baño a clase para morder trozos de pañuelos de papel. Llorando como un niño porque ella me ha traicionado y joder..no me duele el problema. De verdad que no. Que lo que duele es la mano que me vende. Porque es ella. Es ella. Y éramos amigos, camaradas, compañeros de batalla... pero ahora Jesús me calma los hipos, me tiende otro pañuelo que morder y me dice -no llores, no pueden evitarlo. Es su naturaleza.-
(nepomuk corazón-hecho-un-puzzle)
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