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martes, abril 12
Souvenir
Mi amigo Raúl estuvo de vacaciones en Costa Rica y de souvenir nos trajo:
1. Un gorrito cocodrilo dundee que me hace parecer un capullo.
2. Fotos de esas en las que sale una mata verde y aunque te diga "mira, aqui un insecto rarísimo" tú solo ves una puñetera mata verde.
3. Un forúnculo raro en la cabeza.
Estuvimos largas semanas advirtiendo a Raúl y su forúnculo, que debían ir ambos al médico, ya que en esas selvas tropicales de dios nunca se sabe qué cosas se pueden coger (además de gorritos cocodrilo dundee). Finalmente, gracias a mi buen rollito contándole la anécdota de la oreja amputada a mi portero por un cáncer de piel, el muchacho optó por, previa mención a mis muertos, ir al dermatólogo la semana pasada. Éste le diagnosticó "quiste sebáceo hormonal" y le recetó una pomada antibiótica.
Esta mañana, mientras Raúl se preparaba el colacao, el quiste ha hecho ¡plops! y el pobre, melindroso para las cosas guarras, ha pedido a su novia que le frotara con un algodoncito y betadine, aunque finalmente, betadine y algodoncito han rodado por los suelos, cuando su novia ha visto que del "quiste sebáceo hormonal" salía un simpático gusanito negro, dispuesto a conocer Europa.
Mientras Raúl se recupera en una habitación de hospital, cocido a lexatines, yo he cambiado la tarjeta de "Que te mejores" por una que dice "Felicidades, papás".
1. Un gorrito cocodrilo dundee que me hace parecer un capullo.
2. Fotos de esas en las que sale una mata verde y aunque te diga "mira, aqui un insecto rarísimo" tú solo ves una puñetera mata verde.
3. Un forúnculo raro en la cabeza.
Estuvimos largas semanas advirtiendo a Raúl y su forúnculo, que debían ir ambos al médico, ya que en esas selvas tropicales de dios nunca se sabe qué cosas se pueden coger (además de gorritos cocodrilo dundee). Finalmente, gracias a mi buen rollito contándole la anécdota de la oreja amputada a mi portero por un cáncer de piel, el muchacho optó por, previa mención a mis muertos, ir al dermatólogo la semana pasada. Éste le diagnosticó "quiste sebáceo hormonal" y le recetó una pomada antibiótica.
Esta mañana, mientras Raúl se preparaba el colacao, el quiste ha hecho ¡plops! y el pobre, melindroso para las cosas guarras, ha pedido a su novia que le frotara con un algodoncito y betadine, aunque finalmente, betadine y algodoncito han rodado por los suelos, cuando su novia ha visto que del "quiste sebáceo hormonal" salía un simpático gusanito negro, dispuesto a conocer Europa.
Mientras Raúl se recupera en una habitación de hospital, cocido a lexatines, yo he cambiado la tarjeta de "Que te mejores" por una que dice "Felicidades, papás".
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