Nepoarchivos
miércoles, junio 8
Nepojacques Costeau
Aunque esta vez soy inocente, mis pobres pescaditos ya han palmado. Ayer cuando me acosté con Javier Cercas, les dejé protagonizando una extraña danza que comenzaba en el purificador y terminaba topando contra el cristal de la pecera. swiiiim..top. swiiiim...top. Y pensé "o la planta de plástico es alucinógena o estos se están muriendo". Pero esta mañana ahí estaban los dos, flotando a la deriva, y ahí estaba el gato mirándome con cara de "¿Ya puedo?".
Así que, considerando que los constantes intentos de violación por parte del perro al del Círculo de Lectores ya no despiertan en mí el mismo interés que antes, he decidido buscarme alguna distracción hasta que vuelva mi compañero gaditano con sus "callate-coño" y sus pijamitas de rayas que tanto regocijo me causan. Y me he encaminado esta mañana, chino-chano, a la tienda de pinturas en busca de un "titanlux sáhara melocotón suave" para el salón y un rodillo pinto-solo para darle una sorpresa a Fújur-sáhara-suave cuando vuelva.
Pero claro...como sigo siendo el mismo que fue a por un ventilador y se compró un sable jedi, pues eso...que he vuelto a casa sin melocotón suave y sin rodillo, pero con cuatro peces neón del tamaño de un moco y un cofre pirata que echa burbujas. Asi que ese ha sido mi entretenimiento de hoy: mirar como Cucujo (nombre elegido en una falta de inspiración tras lanzar tres veces un dado silábico) tiene acojonado a Juanito a base de empujones, mientras Stanley se esconde detrás de la planta de plástico porsiaca y Fernando se me dopa a base de burbujas encofradas. Tenía razón Costeau; apasionante esto de los mundos marinos, oiga.
Archivos
enero 2005
febrero 2005
marzo 2005
abril 2005
mayo 2005
junio 2005
julio 2005
agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
noviembre 2005
diciembre 2005
enero 2006
febrero 2006
marzo 2006

