Nepoarchivos
martes, junio 14
Puñalada
Durante dos semanas estuvo comiéndome la cabeza para que nos apuntáramos ambos a las clases de cocina casera que daban en la parroquia de su madre. Yo me imaginé de inmediato amasando rosquillas con veinte numerarios del Opus rubicundos y sonrientes, así que me negué en redondo, pero él no dejó de insistir con razones contundentes. “Nos será muy útil…”, “sólo serán dos semanas…”, "es gratis...", “por fín sabremos si el avecrem se come…”, y finalmente, me convenció.
Así que ayer, fecha de inicio del maravilloso curso que acabaría para siempre con la invasión Frudesa de mi frigorífico, quedé con él a la 17,00h en el aula y salí de casa a las 16,58h pensando “si alguien tiene que entrar primero que sea él”, porque, aunque no lo parezca, servidor nació bajo el signo del pingüino: imbécil aunque fino.
Así que llego, abro al puerta, veo una cantidad desmesurada de monjas que me miran, digo “perdón...” y cierro la puerta. Miro el número del aula. 8. No hay confusión. Vuelvo a abrir la puerta intentando vislumbrar a Santi entre el gris y una monja me dice -¿Vienes al curso de cocina hijo?-Yo contesto –Ehm…no… busco el aula de…de…- y no se me ocurre nada antes de que otra agarrada a un papel diga “¿Eres Ariel o Santiago?” y mi boca automáticamente diga “Ariel..¿cómo lo sabe?” olvidando el pequeño detalle de que hemos sido los dos únicos imbéciles inscritos en un curso de catorce monjas.
Veinte minutos después, mientras pelo una patata vestido con un delantal de naranjitas y cerezas, mi móvil zumba un sms que dice “TIO HE PENSADO KE MJOR LO DJAMOS KE VAMOS A HCER EL RIDICULO” y me paso a las cebollas por aquello de disimular el llanto mientras una monja de 90 arrobas en canal me dice “Al terminar el curso te regalamos un escapulario de la Vírgen de Covadonga que brilla en la oscuridad..."
Sonándome los mocos con aire trágico contesto: "Qué bien...fíjese, lo que siempre he querido."
Así que ayer, fecha de inicio del maravilloso curso que acabaría para siempre con la invasión Frudesa de mi frigorífico, quedé con él a la 17,00h en el aula y salí de casa a las 16,58h pensando “si alguien tiene que entrar primero que sea él”, porque, aunque no lo parezca, servidor nació bajo el signo del pingüino: imbécil aunque fino.
Así que llego, abro al puerta, veo una cantidad desmesurada de monjas que me miran, digo “perdón...” y cierro la puerta. Miro el número del aula. 8. No hay confusión. Vuelvo a abrir la puerta intentando vislumbrar a Santi entre el gris y una monja me dice -¿Vienes al curso de cocina hijo?-Yo contesto –Ehm…no… busco el aula de…de…- y no se me ocurre nada antes de que otra agarrada a un papel diga “¿Eres Ariel o Santiago?” y mi boca automáticamente diga “Ariel..¿cómo lo sabe?” olvidando el pequeño detalle de que hemos sido los dos únicos imbéciles inscritos en un curso de catorce monjas.
Veinte minutos después, mientras pelo una patata vestido con un delantal de naranjitas y cerezas, mi móvil zumba un sms que dice “TIO HE PENSADO KE MJOR LO DJAMOS KE VAMOS A HCER EL RIDICULO” y me paso a las cebollas por aquello de disimular el llanto mientras una monja de 90 arrobas en canal me dice “Al terminar el curso te regalamos un escapulario de la Vírgen de Covadonga que brilla en la oscuridad..."
Sonándome los mocos con aire trágico contesto: "Qué bien...fíjese, lo que siempre he querido."
Archivos
enero 2005 febrero 2005 marzo 2005 abril 2005 mayo 2005 junio 2005 julio 2005 agosto 2005 septiembre 2005 octubre 2005 noviembre 2005 diciembre 2005 enero 2006 febrero 2006 marzo 2006
