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lunes, julio 18
Conductas animales
Feliz estaba yo de haber colocado al último de mis ratones y resulta que el negro acordeonista que me cantaba Maitexus se ha marchado de un día para otro, dejándome colgado y sin canguro veraniego para mis peces. Y aunque ya sé que el gato cabrón me lo podría solucionar en un pispás, he optado por intentar ganarme al nuevo vecino (vasco, enorme y malencarado) en el mes que me queda para poder endosarle la pecera, desestimando la opción de llevármela de viaje, ya que teniendo en cuenta la tomada de curvas que hace Paco en carretera, fácilmente podría acabar con Cucujo y Stanley metidos tranquilamente en mis dos orificios nasales.
Y el vasco se me resiste ¿eh? que por más alabanzas que le canto sobre los peces, parece tener sólo ojos para el chucho. Que si este perro necesita adiestramiento… que si este perro está desaprovechado… Así que, mientras yo le hablo de las excelencias de mis peces neón paseando la pecera como un capullo por delante de sus narices, el tío pierde cerca de 45 minutos empujando hacia abajo el culo del perro y gritando ¡¡SIT, PUCHO!! ¡¡SIT!!, que es siéntate en lenguaje adiestrador-perro, a lo que Pucho reacciona tumbándose de lado al estilo Lana Turner para lamerse los huevos (el perro, no Lana Turner), que viene a ser “que se siente tu padre” en lenguaje perro-adiestrador. Y cuándo ya se ha cansado de tanto sit y tanta leche, me dice -¿Es que nada hace reaccionar a este chucho?- a lo que yo respondo –Pues… le encanta la música clásica- cuando en realidad no me atrevo a confesarle que lo que de verdad le deja en trance es King África y su booooooommmba… porque claro, si el perro goza con el parabailarestoesuna bom-ba, miedo le dará pensar con qué pueden gozar dos peces neón en esta casa. Probablemente no dormirá imaginándoselos con barba y peluca cardada, cantando "ah-ah-ah-ah ¡stayin’ alive!¡stayin’ alive!"
Y el vasco se me resiste ¿eh? que por más alabanzas que le canto sobre los peces, parece tener sólo ojos para el chucho. Que si este perro necesita adiestramiento… que si este perro está desaprovechado… Así que, mientras yo le hablo de las excelencias de mis peces neón paseando la pecera como un capullo por delante de sus narices, el tío pierde cerca de 45 minutos empujando hacia abajo el culo del perro y gritando ¡¡SIT, PUCHO!! ¡¡SIT!!, que es siéntate en lenguaje adiestrador-perro, a lo que Pucho reacciona tumbándose de lado al estilo Lana Turner para lamerse los huevos (el perro, no Lana Turner), que viene a ser “que se siente tu padre” en lenguaje perro-adiestrador. Y cuándo ya se ha cansado de tanto sit y tanta leche, me dice -¿Es que nada hace reaccionar a este chucho?- a lo que yo respondo –Pues… le encanta la música clásica- cuando en realidad no me atrevo a confesarle que lo que de verdad le deja en trance es King África y su booooooommmba… porque claro, si el perro goza con el parabailarestoesuna bom-ba, miedo le dará pensar con qué pueden gozar dos peces neón en esta casa. Probablemente no dormirá imaginándoselos con barba y peluca cardada, cantando "ah-ah-ah-ah ¡stayin’ alive!¡stayin’ alive!"
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