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jueves, julio 7
La guerra de estos mundos
Pues esto es Tom Cruise que tiene un hijo de 16 años que es más alto que él (pobre Tom, yo le comprendo) y una niña llamada Dakota que es una monería. Y llegan los marcianos y se ponen a invadir la tierra. Pero claro…empiezan por Estados Unidos, porque yo no sé qué tiene Estados Unidos que es la preferida de los marcianos, oigan, hay que ver… los pobres aún estaban reconstruyendo el Pentágono después de que el Príncipe de Bel-Air salvara el mundo y halaaaa…¡ya están otra vez zumba que te dale!. Pues ya me dirás tú a mí de qué coño ha servido sacrificar a Bruce Willis en el meteorito aquel, hombre. Si luego está claro que cuando llegue una ola gigante, haya un marciano cabreado o surja un calamar mutante van a empezar a comérsenos por el mismo continente… Claro que casi mejor que al resto nos dejen en paz ¿eh? porque si te sacan siempre rusos con gorros de nieve y árabes con camellos, pánico me da pensar que saquen a los soldados españoles tocando las castañuelas o bebiendo del botijo.
Bueno, pues llega Tom y se salva. Porque los marcianos cuando están pisando tienen cuidado de machacar sólo a los extras, claro. Y no veas que tino tienen ¿eh? que ahí si que se nota que son marcianos, porque te lanzan los coches y los chiu-chiu-chiu a un palmo de Tommy y ni le despeinan, ojo.
Bueno pues Tom y sus hijos se salvan cuatro o cinco veces mientras todo el mundo a su alrededor es hecho picadillo de Kebab, y al final parece que todo está perdido porque los marcianos meten a Tom y a Dakota en un exprimidor gigante. Que Ana (que no ha estado nunca en Hollywood la pobre y no entiende de estas cosas) me decía –¡A ver si nos van a matar al Tom!…- a lo que yo añadí –No, mujer, mira, en el exprimidor también hay un negro y unas viejas. Fijo que exprimen al negro- Y oye…como si me hubieran oído ¿eh? allá que te fue el pobre negro. Porque cuando cogen a Tom para exprimirle las viejas tiran de él como posesas y me lo salvan, claro…porque piensan "¡Coño, que se llevan a Tom!" y es que no me digan ustedes que viene a ser lo mismo Tommy, que por mucho que le espachurren no mueve ni una ceja, que un negro sin nombre que por un descoyunte de ná te mete unos berridos que no te dejan ni oir el chiu-chiu-chiu.
Hombrepordios…
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