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domingo, agosto 7
Cuestión de opiniones
Me he traído al vasco a cenar para compensar la ausencia del limoun gaditano y para ver si Pucho reaccionaba un poco, aunque solo fuera para gruñirle.
Lo cierto es que si yo fuera perro y si no tuviera que endosarle los peces también le gruñiría un poco porque es reaccionario, bocazas y un poco plasta, pero... todo sea por el bien de Stanley.
Sea como fuere, el vasco está a dieta por aquello de que cada vez se encontraba el ombligo más lejos, así que ha venido a cenar con un papelito en la mano diciéndome que sólo podía comer lo que le había puesto ahí el médico.
Hoy, domingo, le tocaba cenar dos huevos duros y 150 gr. de jamón york, así que le he sacado dos huevos de la nevera y la tartera del embutido para que preparara lo suyo mientras yo sacaba al perro. Cuando he vuelto estaba zampándose dos huevos fritos con bacon. Y he debido de poner cara de paisaje, porque me ha mirado muy serio y ha dicho -¿qué pasa?- y señalando el plato ha añadido- dos huevos...y jamón. Sigo la dieta.-
Quizá tenía que haberle ahorrado el esfuerzo de la justificación idiota, contándole previamente que yo soy un experto en esas lides. Aunque me falta ese toque de énfasis en la demostración ¿eh? que no en vano, cuando justifiqué los 12 polos de congelar burmar-flash naranja que me comí de una tacada diciendo a Paco que el zumo de fruta era muy sano, él no tardó ni veinte segundos en mandarme a hacer puñetas.
Lo cierto es que si yo fuera perro y si no tuviera que endosarle los peces también le gruñiría un poco porque es reaccionario, bocazas y un poco plasta, pero... todo sea por el bien de Stanley.
Sea como fuere, el vasco está a dieta por aquello de que cada vez se encontraba el ombligo más lejos, así que ha venido a cenar con un papelito en la mano diciéndome que sólo podía comer lo que le había puesto ahí el médico.
Hoy, domingo, le tocaba cenar dos huevos duros y 150 gr. de jamón york, así que le he sacado dos huevos de la nevera y la tartera del embutido para que preparara lo suyo mientras yo sacaba al perro. Cuando he vuelto estaba zampándose dos huevos fritos con bacon. Y he debido de poner cara de paisaje, porque me ha mirado muy serio y ha dicho -¿qué pasa?- y señalando el plato ha añadido- dos huevos...y jamón. Sigo la dieta.-
Quizá tenía que haberle ahorrado el esfuerzo de la justificación idiota, contándole previamente que yo soy un experto en esas lides. Aunque me falta ese toque de énfasis en la demostración ¿eh? que no en vano, cuando justifiqué los 12 polos de congelar burmar-flash naranja que me comí de una tacada diciendo a Paco que el zumo de fruta era muy sano, él no tardó ni veinte segundos en mandarme a hacer puñetas.
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