Nepoarchivos
jueves, agosto 4
Evolución
Viene Jerónimo a mi casa arrastrando libros y cds. Tiene que presentar en septiembre un trabajo sobre La historia evolutiva del hombre. Nos sentamos entre enciclopedias (ajenas) y portátil franciscano (porque es de Paco, no porque se dedique a la vida ascética). Jero saca una bolsa de pipas con sal. Yo digo que no voy a comer que son un vicio. Luego añado –bueno, sólo una…- ¡clisqui!… joder, qué buenas… vale, dame otra. ¡clisqui! Bueno, échame aquí un puñadito…-
¡clisqui! La cosa degenera. En dos minutos ya estamos con una mano ocupada. En tres dejamos de escribir. ¡clisqui-clisqui-clisqui!. Cáscaras de pipa salivosas se nos pegan en la pantalla, en la mesa, en el suelo… puñaditos de sal aquí y allá. Los dedos ya un poco ennegrecidos. La conversación se atasca. -Los desdimonios… ¡clisqui!… fósiles de… mñams… los andecesores… ¡clisqui! del… esbera… ¡clisqui!… mñams …están repartidos entre… ¡puajs! una mala… los géneros Australopithecus y Homo… ¡clisqui!… Suena el timbre. Es Ana con la encarta en una mano y una bolsa de pistachos salados en la otra. -¿Llego a tiempo? ¡uy, pipas! ¡échame unas pocas! ¿queréis de estos? A ver…¡crascla! Mñams… joder qué buenos… El Homo sapiens es da única esbecie de la familia Hominidae ¡clisqui! mñams… ¡crascla!… y sus andecesores… esbera… ¡clisqui! ¡crascla!…-
Timbre. Santi trae la carpeta de fotos y quicos.
“Las formas extintas del género homo… ¡clisqui! ¡crascla! ¡crronchs!… léase Homo Habilis y Homo Erectus… ¡clisqui!¡crascla! ¡crrronchs!… confieren una escisión sucedida… ¡clisqui!¡crascla! ¡crrronchs!…hace seis millones de años… ¡clisqui!¡crascla!¡crronchs!…”
Y lo cierto es que, a medida que colaboramos y avanzamos en este trabajo, sirviéndome otra ración de pipas-pistachos-quicos, con los labios ya como chistorras y la lengua mutada en la consistencia de un boniato, clarifico mis ideas acerca del verdadero origen del hombre.
¡clisqui! La cosa degenera. En dos minutos ya estamos con una mano ocupada. En tres dejamos de escribir. ¡clisqui-clisqui-clisqui!. Cáscaras de pipa salivosas se nos pegan en la pantalla, en la mesa, en el suelo… puñaditos de sal aquí y allá. Los dedos ya un poco ennegrecidos. La conversación se atasca. -Los desdimonios… ¡clisqui!… fósiles de… mñams… los andecesores… ¡clisqui! del… esbera… ¡clisqui!… mñams …están repartidos entre… ¡puajs! una mala… los géneros Australopithecus y Homo… ¡clisqui!… Suena el timbre. Es Ana con la encarta en una mano y una bolsa de pistachos salados en la otra. -¿Llego a tiempo? ¡uy, pipas! ¡échame unas pocas! ¿queréis de estos? A ver…¡crascla! Mñams… joder qué buenos… El Homo sapiens es da única esbecie de la familia Hominidae ¡clisqui! mñams… ¡crascla!… y sus andecesores… esbera… ¡clisqui! ¡crascla!…-
Timbre. Santi trae la carpeta de fotos y quicos.
“Las formas extintas del género homo… ¡clisqui! ¡crascla! ¡crronchs!… léase Homo Habilis y Homo Erectus… ¡clisqui!¡crascla! ¡crrronchs!… confieren una escisión sucedida… ¡clisqui!¡crascla! ¡crrronchs!…hace seis millones de años… ¡clisqui!¡crascla!¡crronchs!…”
Y lo cierto es que, a medida que colaboramos y avanzamos en este trabajo, sirviéndome otra ración de pipas-pistachos-quicos, con los labios ya como chistorras y la lengua mutada en la consistencia de un boniato, clarifico mis ideas acerca del verdadero origen del hombre.
Archivos
enero 2005 febrero 2005 marzo 2005 abril 2005 mayo 2005 junio 2005 julio 2005 agosto 2005 septiembre 2005 octubre 2005 noviembre 2005 diciembre 2005 enero 2006 febrero 2006 marzo 2006
