Nepoarchivos

lunes, agosto 15

 

Oh, Capitán, mi Capitán...

Le conocí en esos rincones oscuros de la red donde buscan cura los desesperados y los borrachos. Allí nos fuimos a reunir él y yo, sólo como desesperados, porque de borrachos siempre hicimos galardón, con esa furia explícita de los que se beben la vida de un trago. Y allí le pedí que me dibujara un cordero, esperando una poesía cursi o una de esas promesas eternas que hacen los hombres prefabricados en serie. Pero él me miró con esos ojos suyos, de gato pendenciero, como diciendo "¡amos anda, niño! si lo que quieres son luces, aquí te dejo ojos y corazón abiertos hasta que el mundo termine" y así se quedaron para mí. Abiertos 24 horas como una vieja gasolinera de carretera. Por eso, cuando Madrid se duerme, las tiendas se cierran, las músicas se callan y los nepomukes gritamos, yo sé dónde buscar para encontrar luces que me devuelvan al camino. Allí donde estará su mano surcada, de gato pendenciero, que me tomará del cuello, deslizando la seducción de una voz arrastrada en mi oído -Tengo que escribir mis memorias, niño. ¿Tú te acuerdas de algo?- Y allá volveré a reirme con su risa. Tirados por el suelo, hasta que el tequila se acabe, o alguna persona normal, de las que duermen por la noche y viven por el día, nos diga que si no nos da vergüenza. Entonces tendré que volver aqui, al blog que él me dibujó "porque quiero que te escuchen, Ari", y volver a explicar lo mucho, mucho, mucho que le quiero. A mi amigo, mi maestro, mi camarada. Porque ya quisiera yo, aunque fuera una sola vez, ver el mundo como se vé a través de su mirada.





<< Home

Archivos

enero 2005   febrero 2005   marzo 2005   abril 2005   mayo 2005   junio 2005   julio 2005   agosto 2005   septiembre 2005   octubre 2005   noviembre 2005   diciembre 2005   enero 2006   febrero 2006   marzo 2006  

JimpomukPowered by Blogger