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miércoles, agosto 31
Y decíamos ayer...
Después de 532 sobeteos y ronrones-bienvenida que me ha dedicado Tao estos dos últimos días, hoy he despertado con sus dos colmillos clavados en mi nariz. No puedo decir que me sorprenda. Es bien sabido que todo gato de pro tiene algo de ese espíritu femenino que primero te recibe y luego te castiga por la ausencia.
En la revisión de hoy, el médico nos ha dado la buena noticia de que, después de una intervención de neurocirugía, no conviene exponer el cabezón a presiones atmosféricas elevadas, así que quedan oficialmente jodidas nuestras vacaciones en la ídilica casita de piedra de Fuente Dé. Yo esperaba que Paco reaccionara también mordiéndome la nariz o dando cabezazos en la mesa entre clin-clin de escapelos y oftalmoscopios, pero no... ha reaccionado como un machote, aguantando el tipo y diciendo que, de todas formas, septiembre es muy lluvioso en Cantabria. Y aunque esperaba que lo dijera con dos lágrimas como puños y la barbilla temblona, ha logrado soltarlo de corrido y sin que se le moviera ni una oreja. Torero él.
El médico ha añadido que había que vigilarme y estar atento ante cualquier síntoma de "disfunción cerebral", y yo, vista la cara de desconcierto quenocundaelpánico de mi compañero, le he aclarado que se refería a el hecho de verme con la babilla colgando y los ojos del revés. Él ha replicado, sabiamente, que ese era justamente el aspecto que presentaba yo a la hora de la siesta,y que quizá fuera más práctico echar mano de pruebas más certeras como clavarme un bolígrafo en la pierna y esperar a ver si digo algo.
Así pues, señores, temiéndome muy mucho que D. Francisco cállate-coño se haya contagiado del espíritu tequieroperomevengaré de mi gato cabrón, les comunico que tengo desde hoy hasta el viernes para buscar algún alojamiento de diez días en zona vacacional de bajas presiones atmosféricas. O eso, o me preparo para desincrustarme toda mi colección de "bic colores punta fina" del muslo, un día sí y otro también.
En la revisión de hoy, el médico nos ha dado la buena noticia de que, después de una intervención de neurocirugía, no conviene exponer el cabezón a presiones atmosféricas elevadas, así que quedan oficialmente jodidas nuestras vacaciones en la ídilica casita de piedra de Fuente Dé. Yo esperaba que Paco reaccionara también mordiéndome la nariz o dando cabezazos en la mesa entre clin-clin de escapelos y oftalmoscopios, pero no... ha reaccionado como un machote, aguantando el tipo y diciendo que, de todas formas, septiembre es muy lluvioso en Cantabria. Y aunque esperaba que lo dijera con dos lágrimas como puños y la barbilla temblona, ha logrado soltarlo de corrido y sin que se le moviera ni una oreja. Torero él.
El médico ha añadido que había que vigilarme y estar atento ante cualquier síntoma de "disfunción cerebral", y yo, vista la cara de desconcierto quenocundaelpánico de mi compañero, le he aclarado que se refería a el hecho de verme con la babilla colgando y los ojos del revés. Él ha replicado, sabiamente, que ese era justamente el aspecto que presentaba yo a la hora de la siesta,y que quizá fuera más práctico echar mano de pruebas más certeras como clavarme un bolígrafo en la pierna y esperar a ver si digo algo.
Así pues, señores, temiéndome muy mucho que D. Francisco cállate-coño se haya contagiado del espíritu tequieroperomevengaré de mi gato cabrón, les comunico que tengo desde hoy hasta el viernes para buscar algún alojamiento de diez días en zona vacacional de bajas presiones atmosféricas. O eso, o me preparo para desincrustarme toda mi colección de "bic colores punta fina" del muslo, un día sí y otro también.
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