Nepoarchivos
viernes, septiembre 30
Neposhow
Hoy me desperté despatarrado en la cama, desnudo, agarrado a una vaca de trapo y con un obrero de la construcción mirándome subido en un andamio, presumiblemente levantado mientras yo dormía, a la altura de mi ventana. Si yo no hubiera sido un personaje de tira cómica, el obrero habría dicho "Perdona… es que estamos pintando el patio y como tu ventana está abierta..." pero como yo soy yo, ha dicho -¿qué pasa chaval? No tendrás un trapo viejo por ahí ¿no?- Y yo he ido a por un trapo, obediente, agarrado a la vaca, con los huevos al aire y se lo he tendido diciendo “tome usted”, siendo respondido con un - Gracias majete. Muy chula la vaca ¿eh?.-
Pero eso no es lo malo de ser personaje de tira cómica. No. Ni tampoco el tener un perro que aulla a los relojes, un gato que juega al fútbol o un ratón poseído por el espíritu de Fermín Cacho. No… Lo realmente divertido de una tira cómica es el desenlace.
Por eso cuando mis dos compañeros de trabajo me han acompañado a casa a recoger unos discos, formales ellos, formal yo, todo ha ido de fábula. Inicio: “uau, que bonita casa tienes ¿es de propiedad?” , desarrollo: “gracias por las películas, Ariel, a ver si te vienes algún miércoles a jugar al tenis con nosotros” y desenlace: “bueno, pues hasta mañana, ¿quieres que te pasemos a recoger?” y el obrero baja las escaleras de la terraza general, palillo en boca, me reconoce, se hace una rascadita de huevos y suelta: “¿qué pasa chaval? no te había reconocido con los calzoncillos puestos”-
Y en el pasillo resuena illos... illos... estos... estos...
Pero eso no es lo malo de ser personaje de tira cómica. No. Ni tampoco el tener un perro que aulla a los relojes, un gato que juega al fútbol o un ratón poseído por el espíritu de Fermín Cacho. No… Lo realmente divertido de una tira cómica es el desenlace.
Por eso cuando mis dos compañeros de trabajo me han acompañado a casa a recoger unos discos, formales ellos, formal yo, todo ha ido de fábula. Inicio: “uau, que bonita casa tienes ¿es de propiedad?” , desarrollo: “gracias por las películas, Ariel, a ver si te vienes algún miércoles a jugar al tenis con nosotros” y desenlace: “bueno, pues hasta mañana, ¿quieres que te pasemos a recoger?” y el obrero baja las escaleras de la terraza general, palillo en boca, me reconoce, se hace una rascadita de huevos y suelta: “¿qué pasa chaval? no te había reconocido con los calzoncillos puestos”-
Y en el pasillo resuena illos... illos... estos... estos...
Archivos
enero 2005 febrero 2005 marzo 2005 abril 2005 mayo 2005 junio 2005 julio 2005 agosto 2005 septiembre 2005 octubre 2005 noviembre 2005 diciembre 2005 enero 2006 febrero 2006 marzo 2006
