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lunes, septiembre 26
Vayapordios...
Primera reunión laboral. Ocho curritos, un subjefe y la diosa. Por que... ¿qué mujer es capaz de triunfar en una multinacional falócrata? Lógicamente, una diosa. Inteligente, guapa, competente, despiadada… Todos entramos y nos sentamos a su alrededor; nueve tontos perdidos en sus sendos ojos negros. Y yo me palpo el pecho para comprobar, aliviado, que precisamente hoy voy vestido con la ropa de Paco y no pasa nada (graciasdiosmío…) y me quedo embobado, pendiente del bamboleo de una sandalia que cuelga del empeine de su pie endiosado zup-zup-zup, mientras un tipo de calva gris parlotea sobre nosequé. Y entonces ella me mira. ¡A mí! ¡me mira a mí! Y por un momento pienso “me he dejado el pijama debajo de la camisa”. Pero no. Y ella me sonríe. ¡A mí! ¡me sonríe a mí! y me miro los pies “¿he venido a trabajar con las pantuflas de osito?”. Pues no. Y ya triunfo. Me convenzo. Hincho pechito y miro a los demás por encima del hombro “bah…palurdos. Me está mirando a mí. Cállate calvo. La diosa me mira a mí, ñiñiñi… a jod**se.”
Entonces ella me dice –Mmmh…Ariel… eres Ariel ¿no?-
Todos callan. Todos me miran. Casi oigo los aplausos y el telón que se descorre delante de mí. Las luces del escenario me enfocan. La orquesta me dedica un redoble desde el foso. Muestro mi más amplia sonrisa miraquedientestanblancos, adopto mi mejor pose de “machote despreocupado sobre un codo” y le digo levantando una ceja al estilo James Dean -Aham. Ese soy yo- (...muñeca)
Ella me mira. Enrosca juguetona un mechón y dice:
-Verás, es que tengo un hijo y quería preguntarte. Tú que lo tienes más reciente... ¿a qué edad dejaste de ir al pediatra?-
Entonces ella me dice –Mmmh…Ariel… eres Ariel ¿no?-
Todos callan. Todos me miran. Casi oigo los aplausos y el telón que se descorre delante de mí. Las luces del escenario me enfocan. La orquesta me dedica un redoble desde el foso. Muestro mi más amplia sonrisa miraquedientestanblancos, adopto mi mejor pose de “machote despreocupado sobre un codo” y le digo levantando una ceja al estilo James Dean -Aham. Ese soy yo- (...muñeca)
Ella me mira. Enrosca juguetona un mechón y dice:
-Verás, es que tengo un hijo y quería preguntarte. Tú que lo tienes más reciente... ¿a qué edad dejaste de ir al pediatra?-
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