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viernes, enero 13
Iluminación
De todos los oficios posibles, puedo asegurar y aseguro que el que menos me gustaría sería el de Dios. Y suerte que no me haya tocado, porque de haberlo dejado en mis manos, la creación habría durado siete años en lugar de siete días, para culminar con un "Estemismo", tentado por "laotradeallá", por comerse "unacosadestas" y siendo expulsados del "Estodeaquí". Y es que si hay algo por lo que destaco especialmente es por mi hábil y rápida imaginación a la hora de poner nombre a los bichos. Que menos mal que el de dos patas me vino con el nombre puesto, que si no todavía estaría llamándole "¡Ueh!" como Pedro a las cabritas.
Pues eso. Que me he quedado en blanco absoluto a la hora de bautizar al nuevo pescado de la pecera. Y es que a lo anterior, sumo una clara tendencia a ser repetitivo (que os lo digan a vosotros), y siempre temo volver a una época en la que parte de mi bichanía eran "Pucho", "Sachi", "Michi" y "Patxi" y cada vez que los llamaba al alimón, talmente parecia que me estaba lavando el sobaquillo. Con lo cual, mientras iba cambiando el agua a la pecera iba pensando... "Stanley II"... "Calimero"... "Malabestia"... y mientras el agua me iba resbalando por el codo seguía pensando... "Pandoro"... "Anacleto"... "Cimbelillo"... y mientras me caía chaqueta abajo... "Suburbano"... "Mortadelo"... "Baltasar"... y mientras me sentaba a escribir este post... "Pedro J."... "Soyminero"... "Floripondio"... y mientras intentaba conectarme a internet... "Americio"... "Teodoro"... "Tararino"... y mientras comprobaba el cable del módem... "Matapenas"... "Sietemachos"... "Luis Fernando"... Y justo ahí es cuando me ha dado el calambrazo.
220 voltios. Con los pantalones mojados.
Así que...ea. Lo tomo como una señal divina y damos la bienvenida a Luis Fernando al mundo peceril de Nepomuk, el cual, por otra parte, probablemente a partir de ahora será famoso en el mundo mundial por ser el único chico capaz de conectarse a internet a través de las muelas del juicio.
Pues eso. Que me he quedado en blanco absoluto a la hora de bautizar al nuevo pescado de la pecera. Y es que a lo anterior, sumo una clara tendencia a ser repetitivo (que os lo digan a vosotros), y siempre temo volver a una época en la que parte de mi bichanía eran "Pucho", "Sachi", "Michi" y "Patxi" y cada vez que los llamaba al alimón, talmente parecia que me estaba lavando el sobaquillo. Con lo cual, mientras iba cambiando el agua a la pecera iba pensando... "Stanley II"... "Calimero"... "Malabestia"... y mientras el agua me iba resbalando por el codo seguía pensando... "Pandoro"... "Anacleto"... "Cimbelillo"... y mientras me caía chaqueta abajo... "Suburbano"... "Mortadelo"... "Baltasar"... y mientras me sentaba a escribir este post... "Pedro J."... "Soyminero"... "Floripondio"... y mientras intentaba conectarme a internet... "Americio"... "Teodoro"... "Tararino"... y mientras comprobaba el cable del módem... "Matapenas"... "Sietemachos"... "Luis Fernando"... Y justo ahí es cuando me ha dado el calambrazo.
220 voltios. Con los pantalones mojados.
Así que...ea. Lo tomo como una señal divina y damos la bienvenida a Luis Fernando al mundo peceril de Nepomuk, el cual, por otra parte, probablemente a partir de ahora será famoso en el mundo mundial por ser el único chico capaz de conectarse a internet a través de las muelas del juicio.
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