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jueves, febrero 23

 

Leyendas urbanas

Hacemos un desayuno de cumpleaños Teo, Marcos, Santi, Nelson y un servidor. Y Nelson nos cuenta cómo trabajando en una imprenta el pasado verano, uno de sus compañeros decidió autopracticarse una fimosis improvisada en el wc, con unas tijeras de oficina, después de haber notado que el frenillo "le tiraba un poco" al ir a hacer pis.
Yo le digo -Venga ya...eso no me lo creo.- y él insiste -No, en serio, de pronto empezó a pedir ayuda y se lo encontraron tirado en el suelo, echando sangre y con las tijeras en la mano.- Yo sigo en mis trece -Mira...eso son leyendas urbanas de oficina. Todo el mundo las cuenta, pero nadie las ha visto realmente.- Y Nelson, calmosamente, contesta -Bueno, entonces también debería ser una leyenda urbana lo de aquel otro chico de la imprenta cuya verga tenía tal longitud, que era capaz de sostener "relajada", diez churros colgando uno detrás de otro...-
Santi, Teo, Marcos y yo, soltamos la carcajada al unísono y yo digo -Pues va a ser que sí ¿eh? eso es aún más ficción que lo de la autofimosis...-

Y Nelson se levanta, se ahueca el pijama, se saca la cosa y empieza a ensartar churros.





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