Nepoarchivos
martes, febrero 14
Nelson & cía
Nelson ha traído sus cosas a mi casa, con ayuda de un amigo de la facultad que se llama Guillermo Tell. Al principio creí que era coña y he soltado un jijí cuando me lo ha presentado, pero luego ha resultado que la mala leche de sus padres era cierta, así que he tenido las orejas coloradas hasta que se ha ido. Desde luego, resulta más bien imposible que me olvide de los nombres de las últimas personas que están entrando en mi vida. Cuando tenga un hijo lo tendré en cuenta a la hora de bautizarle, para que no se difumine entre los millones de Javis del mundo.
Guillermo Tell es un obseso del fitness y tiene la consistencia de un oso grizzly pero en cachas, además de una de esas miradas feroces que hacen que te sientas culpable de todos los males del mundo. De hecho, mientras me sujetaba la escalera para que vaciara el altillo de mis trastos, ha dicho que yo tenía el típico "culo problemático", y yo, pensando que quizá le había molestado con algún movimiento involuntario de nalga , he pegado un giro de 90º y casi me esnafro contra la bañera. Luego ha resultado que se refería al fitness, así que he terminado de quedar como un completo imbécil ante sus ojos (feroces). En un alarde de monitor plasta de gimnasio, nos ha explicado que los culos "hacia arriba", tipo melocotón, tienden a ir "hacia abajo" cuando te vas haciendo mayor y terminan adquiriendo la consistencia de un buñuelo colgante. Me he desesperado bastante por tener que preocuparme del culo, además del perro, el gato, los peces, el ratón y la vegija, pero Guillermo Tell me ha dibujado una tabla de ejercicios para hacer en casa sobre la marcha, que incluyen el sujetar un lápiz entre las nalgas mientras haces cosas aburridas como cocinar o fregar los platos.
Ahora sólo me queda ver cómo puedo contarle a Jim que he conocido a un especialista en fitness del culo llamado Guillermo Tell que me ha aconsejado cocinar con un lápiz entre las nalgas, y lograr que suene lo suficientemente normal como para que no se me ahogue entre los estertores de sus juar-carcaj-carcaj-atjuá de exfumador coñón y cabroncete. Seguiremos informando.
Guillermo Tell es un obseso del fitness y tiene la consistencia de un oso grizzly pero en cachas, además de una de esas miradas feroces que hacen que te sientas culpable de todos los males del mundo. De hecho, mientras me sujetaba la escalera para que vaciara el altillo de mis trastos, ha dicho que yo tenía el típico "culo problemático", y yo, pensando que quizá le había molestado con algún movimiento involuntario de nalga , he pegado un giro de 90º y casi me esnafro contra la bañera. Luego ha resultado que se refería al fitness, así que he terminado de quedar como un completo imbécil ante sus ojos (feroces). En un alarde de monitor plasta de gimnasio, nos ha explicado que los culos "hacia arriba", tipo melocotón, tienden a ir "hacia abajo" cuando te vas haciendo mayor y terminan adquiriendo la consistencia de un buñuelo colgante. Me he desesperado bastante por tener que preocuparme del culo, además del perro, el gato, los peces, el ratón y la vegija, pero Guillermo Tell me ha dibujado una tabla de ejercicios para hacer en casa sobre la marcha, que incluyen el sujetar un lápiz entre las nalgas mientras haces cosas aburridas como cocinar o fregar los platos.
Ahora sólo me queda ver cómo puedo contarle a Jim que he conocido a un especialista en fitness del culo llamado Guillermo Tell que me ha aconsejado cocinar con un lápiz entre las nalgas, y lograr que suene lo suficientemente normal como para que no se me ahogue entre los estertores de sus juar-carcaj-carcaj-atjuá de exfumador coñón y cabroncete. Seguiremos informando.
Archivos
enero 2005 febrero 2005 marzo 2005 abril 2005 mayo 2005 junio 2005 julio 2005 agosto 2005 septiembre 2005 octubre 2005 noviembre 2005 diciembre 2005 enero 2006 febrero 2006 marzo 2006
