Nepoarchivos
lunes, marzo 6
N. del A.
Joan Jordi me ha dejado con el culo al aire al demostrarme que no puedo quitar los comentarios sin una mínima aclaración. Gracias Joan, por tu artículo y por sacudirme la pavez de forma involuntaria.
Juro por Dios y por la bandera de los Estad... no. Bueno... ehm... juro por la vida de Lord Jim que lo de la retirada de comments no tiene relación alguna con los trolls. (¿Trolls? ¿qué trolls? ¿es que acaso tengo pinta de David del gnomo?). Todo el mundo recuerda la época gloriosa del concurso 20minutos (¿eh Estelita?) y la cohorte de hoolingans gorzianos y orgianos que tuvimos por aquí. Y es que lo malo que tenemos los tipos "más chulos que un ocho" es que ni nos despeinamos con los berridos ajenos. Es más... un saltito ¡hop!, una sonrisita comprensiva "aaaay, estos chicos tan traviesoooos...", y hala, que pase el siguiente que he quedado para ir al cine.
Nonono... el que deshabilite los comentarios no es más que un acto de consecuencia por mi parte. Vienen cambios. Radicales cambios. Y una serie de post numéricos extraordinariamente personales. Así que pensé "pobrecillos... mejor si no les obligo a comentar estos post tan llenos de nepomuk por todas partes...". Volverán como las oscuras golondrinas, porque todo vuelve (por fortuna y por desgracia, y si no, que se lo pregunten a "Verano Azul" que todavía no ha dicho todo lo que tenía que decir).
Y eso es todo. Y nada más. Y tracatrá. Que por más que busquéis misterios dentro de mí, terminaréis dandoos cuenta enseguida de que soy tan complicado como un bote de Nesquick.
Juro por Dios y por la bandera de los Estad... no. Bueno... ehm... juro por la vida de Lord Jim que lo de la retirada de comments no tiene relación alguna con los trolls. (¿Trolls? ¿qué trolls? ¿es que acaso tengo pinta de David del gnomo?). Todo el mundo recuerda la época gloriosa del concurso 20minutos (¿eh Estelita?) y la cohorte de hoolingans gorzianos y orgianos que tuvimos por aquí. Y es que lo malo que tenemos los tipos "más chulos que un ocho" es que ni nos despeinamos con los berridos ajenos. Es más... un saltito ¡hop!, una sonrisita comprensiva "aaaay, estos chicos tan traviesoooos...", y hala, que pase el siguiente que he quedado para ir al cine.
Nonono... el que deshabilite los comentarios no es más que un acto de consecuencia por mi parte. Vienen cambios. Radicales cambios. Y una serie de post numéricos extraordinariamente personales. Así que pensé "pobrecillos... mejor si no les obligo a comentar estos post tan llenos de nepomuk por todas partes...". Volverán como las oscuras golondrinas, porque todo vuelve (por fortuna y por desgracia, y si no, que se lo pregunten a "Verano Azul" que todavía no ha dicho todo lo que tenía que decir).
Y eso es todo. Y nada más. Y tracatrá. Que por más que busquéis misterios dentro de mí, terminaréis dandoos cuenta enseguida de que soy tan complicado como un bote de Nesquick.
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