Nepoarchivos

miércoles, marzo 8

 

Post nº 4: El concurso

Que no. Que a mí el concurso no me importaba un boniato. Si nisiquiera me había apuntado yo, que fué el Rata, por gastarme una bromita. Jim hizo el ladrivoto porque me aposté un bocadillo de calamares con Paco de Asís a que era capaz de llegar a los 50 puntos antes que él, y si la niña Eride echó los restos fue porque vimos que subíamos y estábamos juntando pasta para llevar a tres chavales ciudad-realeños de mi excentro social a que conocieran el mar. Y ya está. Nada más que eso y sin más importancia.

Lo que le pasó a los concursantes con la estatuita de marras fué digno de una película de Berlanga. Y es que teniáis que ver las cartas que llegué a recibir... Dios mío... parecía que en vez de un concurso de periódico gratuito aquello fuera el reparto de los Nobel (lo cual hubiera estado mejor, por cierto, porque en lugar de Benidorm, los hubiéramos llevado a las Bahamas y de paso habíamos ligado bronce sorbiendo cocolocos con sombrillita.)

Mi capacidad de comprensión (lo juro) llegó a todas partes. Comprendí perfectamente a esa pobre chavala, cuya máxima ilusión era ser escritora y creía (pobre mía) que lo podía conseguir con un cutreconcurso. Las molestias que se tomó por mí fueron incontables. Comentando, insultando, creando veintiocho personajes, mandándome correos, sacando blogs sólo para decir que éramos malos y satánicos, pasándose media vida en los foros... Pobrecilla. El odio quema mucho y es muy cansado; no se lo deseo a nadie. Sobre todo porque lo cierto es me hubiera importado un cojón de bonobo retirarme del concurso sólo con que me lo hubiera pedido cuando todavía éramos amiguetes (si oís un grito que diga ¡Y DOS COJONES! que sepáis que ha sido Eride).
También comprendí a Gonzo, of course. Su obsesión por hacerse con el concurso era muy divertida, comportándose como un flamante oficial cuando se sentía seguro ("Perkins, trae mi montura, hazme el favor...") y como un sargento chusquero peleón cuando notó el aliento en el cogote ("PERKINS CABRONAZO TRAEME EL PUTO CABALLO QUE VOY A JODERLOS VIVOOOOOOSS"). Eso sin contar con las hordas invasoras de paletillos freakis, dejándome día y noche comments anónimos, convenciditos perdidos de poder deprimirme o desanimarme a base de caca-culo-pedo-pis... Todo muy divertido, muy curioso y muy Berlanga.

De hecho...si hubiéramos recogido alguna estatua dentona de esas, lo hubiéramos hecho Rata, Paco, Jim, Chema, Eride y yo, subidos en un motocarro tipo Cándido. Y yo me me hubiera quitado la boina frente al micrófono y habría dicho: "Como Nepomuk que soy, os debo una explicación. Y esa explicación... os la voy a dar."

Esto va por la niña Eride, que es la cosa más bonita que ha parido madre alguna, y por todos los que le ayudaron a ayudarme.





<< Home

Archivos

enero 2005   febrero 2005   marzo 2005   abril 2005   mayo 2005   junio 2005   julio 2005   agosto 2005   septiembre 2005   octubre 2005   noviembre 2005   diciembre 2005   enero 2006   febrero 2006   marzo 2006  

JimpomukPowered by Blogger